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17/04/2023

Compliance y Gestión de Riesgos Financieros

Por Jaime Genao-Asociado WCA-RD

Especialista Compliance y Análisis  Económico del Derecho

 

“Las entidades de intermediación financiera por la naturaleza de sus operaciones son las empresas que más necesitan de un plan de cumplimiento regulatorio y una eficiente gestión de riesgos con la finalidad de asegurar la confianza de sus inversionistas, fortalecer su imagen reputacional y asegurar los valores de sus ahorristas”

 

El compliance como lo conocemos consiste en una serie de directrices, normas, reglamentos, resoluciones y políticas internas que las instituciones y empresas establecen como sistema de gestión para garantizar el cumplimiento regulatorio del sector y evitar sanciones por incumplimientos de la regulación. El sector financiero es uno de los que más necesita del compliance, por la naturaleza de sus operaciones, los riesgos que en ella recaen y la estricta regulación que lo rige. El compliance dentro del sector financiero tiene una importancia sistémica dentro del negocio, no solamente por las innumerables infracciones que pueden llegar a cometer, sino se cuenta con un buen plan de cumplimiento regulatorio, sino por el impacto que puede generar esas infracciones en la estabilidad del mercado. 

 

Es por esto por lo que el compliance ayuda a gestionar riesgos financieros y no financieros dentro de los bancos e instituciones dedicadas a las finanzas y prevenir fraudes bancarios, estafas financieras o conductas que puedan poner en amenaza la estabilidad del mercado, la libre competencia o el desarrollo de actividades financieras de manera eficiente y transparente. Dentro de las entidades de intermediación financiera y cambiaria existen diferentes tipos de riesgos financieros, como no financieros. Sin embargo, existen riesgos inherentes específicos dentro de la actividad bancaria que normalmente son 4 grandes riesgos financieros, tales como: 

 

1.     Riesgo de crédito

2.     Riesgo de liquidez

3.     Riesgo de mercado

4.     Riesgos Operacional 

 

El riesgo de crédito se manifiesta cuando la parte deudora de un contrato no cumple con sus obligaciones de pago o no logra demostrarse la capacidad de éste con sus obligaciones de pago. Verbigracia, una persona obtiene un préstamo en una entidad de intermediación financiera para adquirir un vehículo de motor, la persona se compromete a regresar ese dinero con una tasa interés acordada. El riesgo de crédito se entrelaza con la posibilidad de que no se produzca el pago de la deuda acordada o se efectúe con atraso. 

 

Por otro lado, tenemos el riesgo de liquidez que se produce cuando una de las partes contractuales, en la mayoría de los casos el deudor, tiene activos, pero no posee la liquidez (dinero) suficiente con la que asumir sus obligaciones. En simples palabras cuando el deudor no puede hacer frente a las deudas contraídas a corto plazo, ni vendiendo su activo corriente, el referido deudor se encuentra ante una situación de falta de liquidez. Además, también puede ocurrir que una organización puede encontrarse en una fase de reiteradas pérdidas de cartera, hasta que llega el momento que no puede cumplir con sus empleados. 

 

Un riesgo muy importante dentro de las entidades financieras es el riesgo de mercado, un riesgo inherente dentro de las operaciones propias de los mercados financieros. El riesgo de mercado tiene su origen en gran parte por las incertidumbres económicas, lo cual puede impactar en el rendimiento de todas las organizaciones. La variación en los precios de los activos, de los pasivos y de los derivados forma parte de esas fuentes de riesgo. Este riesgo se divide en tres: riesgo de interés, de cambio y de mercado. Este es el riesgo al que se ve expuesta una empresa que importa sus insumos, al pagar en dólares para luego vender el producto final en moneda local. En caso de que esta se devalúe, esa compañía puede sufrir pérdidas que le impedirían cumplir con sus obligaciones financieras.

 

Por último, pero no menos importante el riesgo operativo u operacional es el peligro de incurrir en pérdidas como resultado de procedimientos, normas, planes o circunstancias deficientes o ineficaces que interfieren en las operaciones de la empresa. El riesgo operacional puede causar diversas situaciones, como errores del personal interno o actividades contrarias a la ley. En definitiva, los riesgos financieros forman parte de la dirección cotidiana de una empresa y, por tanto, saber cómo gestionarlos es algo para lo que todo negocio debe estar preparado.

 

¿Cómo gestionar estos riesgos en las entidades de intermediación financiera?

 

·       Designar un Compliance Officer: Esta persona será la encargada de manejar y gestionar el cumplimiento de la normativa interna y externa para mitigar los riesgos operacionales, tales como: Riesgo legal, riesgo reputacional, riesgo de protección de datos, riesgo de cumplimiento, entre otros riesgos más. 

 

·       Crear un Plan de Cumplimiento Normativo y una Matriz de Gestión de Riesgos: Estos instrumentos serán la brújula que indicará al Compliance Officer a desarrollar un trabajo exitoso.  

 

·       Asignar recursos financieros y humanos adecuados: Si el órgano de gobierno no asigna recursos suficientes y un equipo para desarrollar un buen trabajo para la gestión de este tipo de riesgos, la unidad de cumplimiento podría devenir en ineficiente. 

 

·       Crear códigos de conducta y reglamentos internos: El trabajo es fiscalizar el cumplimiento, pero antes se debe preparar qué fiscalizar. La creación de los códigos de ética y políticas internas contra conductas inadecuadas son las armas de reglamento de todo Compliance Officer.

 

·       Establecer un canal de denuncias interno, de acuerdo con los estándares establecidos por el Sistema de Gestión de Canales de Denuncias ISO 37002 sobre whistleblowing.

 

En conclusión, los tipos de riesgos financieros son diferentes para cada empresa según las actividades que realice, y un buen plan de cumplimiento normativo puede hacer la diferencia. Sin embargo, es fundamental que los riesgos potenciales se identifiquen y que se evalúe su impacto. La gestión de riesgos financieros no es más que la extensión del cumplimiento normativo a las entidades de intermediación financiera, una de las que más riesgos presenta por las consecuencias que pueden acarrear las infracciones para la competencia y la igualdad en el mercado, y las repercusiones que esto puede tener para toda la población.

 


 
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