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06/05/2020

Cuánto cuesta contratar a un delincuente en la dark web

Ciberdelincuencia

Cuentas de Netflix por 2 euros, encargar una paliza al jefe por 300 euros y conseguir un manual para fabricar bombas de forma gratuita: todo es posible en la dark web, un agujero repleto de cibercriminales a bajo coste.



En 2015, Alemania vivió una de las mayores operaciones antidroga de su historia. La policía desmanteló Shiny Flakes, una red que distribuía MDMA, éxtasis, cocaína y marihuana en cualquier punto del país. El cerebro de la trama era un joven de 20 años, que vivía en la ciudad de Leipzig con su madre y apenas salía de su cuarto, donde encontraron 320 kilos de droga por valor de 4,1 millones de euros que iba a vender gracias a la estructura de la dark web.



Este caso, que fue llevado a la ficción por Netflix en la serie Cómo vender drogas online (rápido), representa a la perfección cómo funciona la maquinaria del Internet profundo.



Cuando alguien busca algún contenido en la dark web precisamente está buscando cosas ilegales, en algunos casos con fines puramente de atracción morbosa y en otros delictivos. Podemos encontrar usuarios que quieren descargar contenidos ilícitos y otros que buscan un sicario para darle una paliza a su jefe, explica Jorge Jiménez, director de Fundación Universitaria Behavior & Law.



Sin embargo, antes de analizar toda la actividad que se realiza en Internet profundo y los delitos que circulan en sus redes es importante aclarar que no todo lo que se cuece ahí es ilegal.



Internet se compone de una parte visible que se encuentra a través de Google y otros buscadores, llamada surface web o clear web (un 10% aproximadamente); y otra no visible para contenidos no indexables, la conocida como deep web (un 90% aproximadamente), según explica Javier López, socio de Ecija.



Por tanto, en este espacio se ubican servidores protegidos, como los de los bancos con los datos de los clientes, los que alojan contenidos audiovisuales de pago (Netflix, Amazon, HBO, Spotify), las que contienen cuentas de correo electrónico, portales de contactos (Meetic, Tinder) o las páginas dinámicas que se generan al hacer una consulta en buscadores de hoteles o vuelos.



Y en este amplio espacio es donde delincuentes y clientes buscan su lugar. Dentro de la deep web hay una pequeña parte (se calcula que un 0,1% del total), llamado dark web, a la que se accede mediante navegadores específicos como TOR (The onion router) o I2P (Invisible Internet Project), que ocultan la identidad y la dirección IP de los usuarios, señala López.



Es en este lugar donde, una vez se consigue acceder, un usuario puede contratar una cuenta de Netflix robada por 2 euros al año, comprar una pistola por 600 euros o encargar que registren el ordenador a su pareja o acceder a los correos electrónicos del jefe por no más de 50 euros.



Sus usuarios suelen ser preferentemente varones jóvenes o de mediana edad, con un conocimiento técnico-informático medio, aclara Jiménez .



Sin embargo, como en la Internet superficial, en su cara oculta podemos encontrar usuarios de diferentes tipos. Desde personas que buscan contenido sexual extremo, algunos de ellos pedófilos o con diversas parafilias; jóvenes interesados por contenidos violentos, es decir, aprendices de terroristas que buscan manuales para construir artefactos; o personas celosas que quieren conseguir un troyano para espiar las redes sociales de su pareja.



Los más peligrosos son los que pueden buscar armas o sicarios para encargar palizas o para llevar a cabo asesinatos. Como en cualquier otro ámbito delictivo, los perfiles son muy variopintos, asegura Jiménez.



¿Usuario y delincuente?



Pero, ¿es delito entrar en este lugar reservado a potenciales criminales? La respuesta es no. El mero hecho de acceder a la deep web no sería delito en sí, pero la contratación del servicio de una actividad ilegal y el pago del mismo constituiría tentativa de delito, con independencia de que se materialice o no. Todo está recogido en diferentes artículos del Código Penal, asegura el socio de Ecija.



Como en cualquier mercado, en el de la deep web, los precios varían mucho en función de los mismos criterios que se usan en los sistemas habituales:oferta, demanda y marca. Podemos encontrar verdaderos catálogos como si compráramos en cualquier tienda online y los precios se ajustan también por la experiencia, prestigio y el tipo de servicio que ofrezca el grupo o la persona que vende esos servicios. Incluso hay sistemas que en algunos casos valoran o puntúan la calidad de los hackers, sicarios o camellos que podemos encontrar, asegura Jiménez.



Por su parte, Chris Monteiro, investigador sobre ciberdelincuencia en Harvard, hacker y colaborador en medios internacionales, señala que los mercados más valorados son los relacionados con Dark.fail. Es un portal, similar al buscador de Google, que te da acceso a personas que se encargan de duplicar tarjetas de crédito, comprar una pistola, espiar a una persona o acceder a su ordenador portátil, asegura el experto británico en delitos virtuales .



En este sentido, Monteiro explica que actualmente está de moda, en los diferentes canales de Internet profundo, los rent hacker, que consisten en pagar los servicios de un ciberdelincuente para atacar ordenadores personales, servidores, perfiles de redes sociales o robar bases de datos de empresas. Los precios varían en función de estos servicios y pueden ir desde 50 a 2.000 euros, asegura el experto.



Un mercado alternativo



Por su parte, Jiménez explica que una oferta mítica de la deep web es el contract killer. Los servicios pueden ir desde palizas a una media de 3.000 euros hasta asesinar a una persona haciendo parecer que es un accidente a un coste de 150.000 euros, señala.



Igualmente, la venta de narcóticos es un recurso usual, donde se pueden encontrar desde marihuana hasta medicamentos dopantes. El precio también varía en función de la sustancia, a lo cual hay que sumar el coste de envío, a no ser que seas un cliente premium, asegura Monteiro sobre los consumidores habituales o deportistas de élite vinculados a este tipo de redes. Una práctica habitual del atletismo ruso, afirma el inglés .



De la misma manera, es fácil encontrar en estos mercados munición, pero conseguir armas automáticas y de guerra es complicado, pues suponen productos que requieren unos contactos más directos. La logística es también más difícil en función del país que lo envía y el receptor, concluye Jiménez.



UN CATÁLOGO COMPLETO



PALIZAS POR ENCARGO



Precio: 3.000 euros



Pena: 3-12 años de cárcel



Contratar los servicios para pegar una paliza a una persona se sanciona como delito de lesiones con una pena de prisión de 3 meses a 3 años. Si en la agresión se utilizan armas o algún otro instrumento para causar la lesión, las penas, según recoge el Código Penal, se elevan hasta los 12 años de prisión, explica Javier López, socio de Ecija. Asimismo, el que la encarga también está cometiendo un delito. Por lo que pagar, por ejemplo, los 3.000 euros que se piden en la deep web para que otro mande un recuerdo en forma de golpes a un jefe que le cae mal está penado con hasta 15 años de cárcel.



 



COMPRA DE ÓRGANOS



Precio: 200.000 euros



Pena: 6-12 años de prisión



Existen dark webs que ofrecen órganos humanos para ser trasplantados, obtenidos de forma ilegal. Hay cifras y catálogos que van desde riñones a 200.000 euros hasta corazones por el doble. Sin embargo, personalmente, creo que este tipo de negocios está más relacionado con la leyenda urbana y con el hecho de estafar a personas desesperadas, asegura Jorge Jiménez, director de Fundación Behavior & Law, Aun así, causar a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal del cuerpo está penado con hasta 12 años de cárcel.



 



PORNOGRAFÍA



Precio: Gratis



Pena: 5-10 años



Hay ciertos portales del Internet profundo que ofrecen contenido audiovisual pedófilo y snuff (asesinatos, violaciones, torturas, etcétera). Desde ellos se pueden descargar los contenidos a través de programas de intercambio de archivos P2P, como eMule o Torrent. La venta o intercambio de material pedófilo está sancionado con la pena de prisión de 5 a 9 años. Además, la tenencia o adquisición para uso propio de pornografía infantil será castigado con la pena de 3 meses a 1 año de prisión o con una multa de 6 meses a 2 años de cárcel, explica Javier López, socio de Ecija.



 



TRÁFICO DE DROGAS



Precio: Desde 50 euros



Pena: de 6 meses a 3 años



En 2015, la Corte Federal de Nueva York condenó a cadena perpetua a Ross Ulbricht, de 30 años de edad, creador de la página Silk Road en la dark web. En este Amazon de la droga vendían toda clase de sustancias ilegales. Se le declaró culpable de narcotráfico, blanqueo de dinero, violación informática y otros cuatro cargos criminales. La sentencia fue confirmada en 2017 al desestimarse el recurso de apelación. En España hay espacios en el Internet profundo en los que se puede comprar de todo: desde 50 euros por un lote de pastillas de MDMA, lo que está penado con de 6 meses a tres años de cárcel.



 



ARMAS



Precio: 300 euros



Pena: 5-10 años



La tenencia, venta o intercambio de armas (normalmente usadas y robadas) está sancionado con una pena de prisión de 5 a 10 años si se trata de armas o municiones. En España no sé cómo es la situación pero en Inglaterra se pueden encontrar fácilmente cartuchos de AK-47 por unos 300 euros, explica Chris Monteiro, hacker famoso en varios portales web internacionales, como la BBC. En España, esta práctica suele asociarse con venta ilegal de pistolas y escopetas de caza a personas que no cuentan con la licencia oportuna. Es decir, el comercio de armas de fuego reglamentadas.



 



BASES DE DATOS



Precio: De 50 a 180 euros



Pena: Hasta 2 años



Existen dark webs que alojan bases de datos con direcciones de correos electrónicos asociadas a contraseñas de redes sociales (como cuando robaron 100 millones de contraseñas de Linkedin en 2012 y 2016 o el robo que sufrió Wallapop en noviembre de 2019). Estos datos se usan por los hackers para cometer estafas y coacciones. También alojan bases de datos con números de tarjetas bancarias y cuentas de PayPal, sus claves y sus códigos CVV, usados para hacer estafas enviando un mail a los usuarios con la apariencia de ser de la entidad bancaria solicitándole que metan su firma digital.



 



PASAPORTE FALSO



Precio: 30.000 euros



Pena: 3 años



En España, se pueden encontrar fácilmente personas que te falsifican algunos documentos como títulos universitarios o justificantes médicos. Sin embargo, es necesario buscar bien si se quiere falsificar artículos como el DNI o el pasaporte. Es un trabajo muy profesional y suele costar a partir de 30.000 euros, explica Jorge Jiménez, director de Behavior & Law. En este sentido, tal y como recoge el artículo 392 del Código Penal, la falsificación de documentación por particulares y el tráfico de documentación falsa está castigada con las penas de prisión de 6 meses a 3 años.



 



OBJETOS SUSTRAÍDOS



Precio: Desde 30 euros



Pena: Hasta 2 años



La web oscura es un espacio ideal para que los carteristas y ladrones terminen sus negocios. Existen varios portales en los que se puede comprar, desde 30 euros, móviles de última generación (algo más caros si se trata de productos Apple), así como consolas y otro tipo de productos tecnológicos. En este mismo lugar, también se pueden encontrar coches robados, normalmente provenientes del este de Europa. Así, con independencia del castigo que pueda corresponder a quien robó los objetos, el hecho de venderlos está sancionado como delito de recepción con la pena de prisión de 6 meses a 2 años.



 



SECRETOS DE EMPRESA



Precio: 3.000 euros



Pena: 3-5 años



En la dark web se puede encontrar desde libros prohibidos, que explican cómo hacer una bomba o ayudan a copiar en exámenes que se pueden adquirir de forma gratuita, hasta secretos de Estado. Wikileaks o Vatileaks son el ejemplo de amenazas a sus propietarios con venderlas si no se les paga una cantidad de dinero. Esta conducta se sanciona con la pena de prisión de 6 a 12 años. También se oferta información privilegiada y secretos de diferentes empresas privadas obtenidos de forma ilícita. Esta conducta se sanciona con la pena de prisión de 3 a 5 años.



 



ROBO DE IDENTIDAD



Precio: 20 euros



Pena: 1 a 4 años



El robo de identidad entre parejas celosas o que sospechan que les son infieles es un clásico en la dark web. Hay portales que ofrecen el servicio de hacker para acceder, espiar o tomar el control de perfiles de redes sociales y sistemas de mensajería instantánea como WhatsApp de terceros. En el supuesto del acceso al perfil, se sanciona como delito de violación de secreto de las comunicaciones y la intimidad con las penas de prisión de 1 a 4 años y, si se toma el control del perfil, se sanciona como delito de suplantación de identidad con la pena de prisión de hasta 3 años.

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